Cadena de rumores

Andrea se enteró por Francisco, quien tiene un amigo que le contó un día, que según la Camila, quien se enteró por Fernando, el que supo por un compañero de equipo, que le contó un primo, quien se enteró por una conversación con Pablo, luego de hablar con Tomás, al que le llegó un mensaje de Macarena, que le contó la Constanza, la que escuchó por ahí que a Ignacio le gusta la Daniela. ¿Y Daniela? Ella nunca lo sabrá...

Génesis y epílogo de un loco amor momentáneo

Un hombre camina. Una mujer camina. Vienen en dirección contraria. Se van a cruzar. No se conocen. El la ve unos metros antes. Ella levanta la vista. Sus miradas se cruzan. El corre los ojos. Ella sonríe disimuladamente. Siguen caminando. Están a solo pasos. El la vuelve a mirar. Ella lo vuelve a mirar. Sus miradas nuevamente se cruzan. Ahora el le sonríe. Ella también. Ya no disimulan. Se atraen. Algo nuevo pueden empezar. Sus cuerpos ya están cerca. Es la oportunidad, el le puede hablar. Ella no se atreve. El duda. Ella espera. Sólo hay que hacerlo. Siguieron caminando. El nunca le habló. Ella esperó que el hablara. Cada uno continúa por su lado. Ya están lejos. El dobla en la esquina. Ella sigue su camino. Nunca más se volverán a ver.

Aprovecho la ocasión, para dejar como muestra la descarga del disco The Eraser, de Thom Yorke. Está demás decir que solo es para que lo escuchen, lo evalúen, luego lo borren y vayan corriendo a comprarlo en alguna de nuestras "económicas" disquerías. Si encuentra el disco en venta le doy un premio. Además, se debe comprometer a no darle un uso comercial y a eliminarlo dentro de 24 horas.

Descarga aquí The Eraser

"Care Raja"

Yo no entiendo con qué cara el senador Escalona tilda de chupasangres a los directores de Codelco por el fallo de la Corte Suprema que rechazó obligar a esta empresa a incorporar a los trabajadores subcontratistas a su planta.

Parece que Escalona es como el cura Gatica, ya que si hay un chupasangre simbólcio en chile es él, un tipo que toda su carrera la ha hecho en el alero del mundo político, donde no le ha trabajado un peso a nadie -todo lo contrario a la mayoría de los chilenos- y que además ha vivido del erario público toda su vida.

Eso, señor Escalona, es ser chupasangre, es ser parásito, -o en buen chileno- es no querer soltar la teta. Ya es hora de que empiece a buscar un trabajo de verdad, donde tenga que mandar currículum y no cargos designados o ganados con votos, donde la mayoría de la gente votó por un partido o un conglomerado y no por usted, porque por último viviera en la Décima Región.

Y para terminar, a parte de "care raja", es gil, porque critica a su propio Gobierno con frases arcaicas de los años 70, sin darse cuenta que el directorio de Codelco está conformado por siete personas elegidas por la Presidenta Bachelet, habiendo incluso dos ministros -el de Minería y de Hacienda-. Quizás por eso habló de chupasangres...

De tullido a crack

Hablar de Manuel Francisco Dos Santos, más conocido por Mané Garrincha, como futbolista es fácil y repetido. Que es uno de los mejores jugadores de la historia. Que era un puntero derecho rápido. Que tenía una finta capaz de dejar botados sin nada que hacer a los rivales. Que le pegaba tan fuerte al balón que cortaba el viento emitiendo un sonido. En fin, muchas cosas más que muchos ya conocen.

Pero hablar de Garrincha o “la alegría del pueblo”, como persona, fuera de la cancha es igual de entretenido y a la vez explica en parte el por qué de su juego lleno de fintas y entrega por el equipo. Es que Garrincha era un tipo simple, luchador, que venía de familia humilde y que lo que más le gustaba hacer era jugar al fútbol.

La niñez de Garrincha fue en su natal ciudad de Pau Grande, nombre que muchos usan para bromear con la virilidad del atacante, ya que en español significa palo grande y era conocido que Mané tenía un pene de 30 centímetros, pero esa es historia para otro momento, el hecho es que su infancia fue de sacrificio y esfuerzo debido a la pobreza de su familia.

En esa etapa de su vida fue afectado por una poliomelitis, lo que hizo que sus piernas quedaran chuecas, además tenía una con seis centímetros más corta que la otra y una desviación de la columna vertebral, problemas físicos producidos quizás porque era nacido de un incesto. Si a eso se le agrega una adicción al tabaco desde los diez años, cualquier persona normal pensaría que nunca podría jugar a la pelota.

Pero la fortaleza de Garrincha y las ganas de jugar al fútbol fueron más que esos problemas físicos y fue así como comenzó a destacar en el equipo de la empresa textil en la que trabajaba, lo que lo llevaría jugar por Botafogo en 1956, y eso que podría haber sido antes y por Vasco de Gama, pero el entrenador de esa época no lo quiso y se burló de el diciendo que “ya nos mandan hasta tullidos”.

De Botafogo pasó a Corinthians, luego al colombiano Junior de Barranquilla, donde jugó un solo partido, para volver a Brasil y defender al Flamengo. Sus últimos años de jugador los vivió en el Red Star París y el Olaría de Río de Janeiro, club en el que terminó su carrera deportiva.

Pero los años de gloria de Garrincha y sus anécdotas más entretenidas los pasó en la selección brasileña y sobre todo en el mundial de Suecia de 1958, donde en un comienzo el psicólogo del equipo no le daba el pase para jugar porque lo consideraba un débil mental no apto para un juego colectivo, a pesar de eso, el entrenador del Scratch, Vicente Feota, accedió a la petición de los jugadores más experimentados y puso a Pelé y Garrincha. Desde ahí nunca más perdió con ellos en la cancha.

Fue en ese mismo mundial donde ocurrieron anécdotas que demuestran como era la personalidad de Garrincha. Por ejemplo, un día compró una radio a transistores, algo muy moderno para la época, pero el masajista de la selección lo engañó diciéndole que esa radio no le serviría en Brasil, ya que hablaban en sueco, abusando de su ignorancia. Al comprobar eso, Mané fastidiado se la vendió en 40 dólares, más de la mitad de lo que le costó.

Pero quizás la más notable de sus historias es la que ocurrió luego de que Brasil se coronara campeón del mundo, donde Garrincha en vez de celebrar preguntaba contra quién jugaban el próximo partido, ya que no entendía que un campeonato no tuviera segunda rueda, demostrando así que solo se dedicaba a jugar, sin importar el lugar.

Un chileno que le tocó enfrentarlo en cancha fue Luis Eyzaguirre, también conocido como Fifo, quien recuerda a Garrincha como “un jugador con un dribling endemoniado y muy difícil de marcar”, tanto es así, que las instrucciones dadas por Fernando Riera en 1962 eran las de “anticiparlo, porque una vez que te enfrentaba era imposible quitarle la pelota”.

Eyzaguirre pudo compartir fuera de la cancha con Garrincha en el mundial de Inglaterra de 1966. “Como quedamos eliminados nos dieron descanso, así que Mané me invitó a su habitación, donde nos tomamos unos tragos. El era una persona muy tranquila y tímida, hablaba poco”, recuerda Fifo.

Es que Garrincha era así, de personalidad tímida, que se transformaba con el balón en sus pies y con una vida privada intensa, lo que lo llevó a la muerte en 1983, producto de una congestión pulmonar y de un síndrome alcohólico. Fue el fin del que para muchos es el verdadero mejor jugador de la historia, muchas veces tapado por la figura de Pelé.

Los plazos se respetan

Son exactamente las 12 horas y el sonido de la sirena de bomberos, que indica el medio día en Talca, se mezcla con el ruido de los cantantes callejeros, las bocinas de los autos y con el rumor normal de la gente que transita el centro de la ciudad un día viernes, es decir, todo está normal.

El comercio está abierto, la gente está trabajando, los niños que no fueron beneficiados con el "sandwich" del 1 de mayo están en clases, la locomoción pública está transportando y los ambulantes venden, al fin y al cabo es un día laboral cualquiera.

Extrañamente algo falta en la cuadra de la 1 sur entre 5 y 4 oriente. Son los obreros que faenan en la construcción del Paseo Peatonal, que brillan por su ausencia. Con la duda caminé una cuadra esperanzado de encontrarlos a todos en el trayecto que va desde la 6 a la 5 oriente, pero para mi sorpresa, tampoco estaban.

Para salir de toda duda volví a las 15.40 horas, horario en que en todo Chile la gente está trabajando, pero solo me encontré con cuatro personas, número bajo si se toma en cuenta el tamaño de la obra.

Que no haya gente trabajando no es lo preocupante en este momento, lo que realmente preocupa y molesta es que a este ritmo no se va a cumplir con el plazo de 90 días que dieron para el término de las obras –si tomamos en cuenta que el letrero puesto en la obra indica que el plazo era abril del 2008-, lo que perjudica de manera directa a la gente que vive en el sector, al comercio y al ciudadano que transita de manera incómoda por las estrechas veredas, aguantando los empeñones de las personas más apuradas.

Al parecer los talquinos no podrán disfrutar en el corto plazo del Paseo Peatonal, ya que no se ven avances en una construcción que por tamaño e importancia debió haber estado lista un tiempo atrás, lo que levanta ciertas dudas de si será capaz la concesionaria a cargo de la construcción de cumplir con los tiempos dispuestos para otra obra de mayor magnitud que son los estacionamientos subterráneos de la Plaza Cienfuegos. Esperemos que sí.

Bonus track: Dejo planteada la siguiente duda: ¿Cómo van a estudiar los niños con el ruido de la construcción de los estacionamientos?